2.8.08

Paris jazz (1950-2007) At the turn of the millenium.

cada vez me doy mejor cuenta de que el tiempo...yo creo que la música ayuda siempre a comprender un poco este asunto. bueno, no a comprender porque la verdad es que no comprendo nada. lo único que hago es darme cuenta de que hay algo....



si un día lo pudieras escribir...no por mí, entiendes, a mí qué me importa. pero debe ser hermoso, yo siento que debe ser hermoso. te estaba diciendo que cuando empecé a tocar de chico me di cuenta que todo el tiempo cambiaba. esto se lo conté una vez a jim y me dijo que todo el mundo siente lo mismo y que cuando uno se abstrae... dijo así, cuando uno se abstrae. pero no, yo no me abstraigo cuando toco. solamente que cambio de lugar. es como un ascensor, tú estás en el ascensor hablando con la gente, y no sientes nada raro, y entre tanto pasa el primer piso, el décimo, el veintiuno, y la ciudad se quedó ahí abajo, y tú estás terminando la frase que habías empezado al entrar, y entre las primeras palabras y las últimas hay cincuenta y dos pisos...


(medeski, scofield, martin & wood, photo rodrigo llopis)




esto del tiempo es complicado, me agarra por todos lados. me empiezo a dar cuenta poco a poco de que el tiempo no es como una bolsa que se rellena. quiero decir que aunque cambie el relleno, en la bolsa no cabe más que una cantidad y se acabó. ¿ves mi valija? caben dos trajes y dos pares de zapatos. bueno ahora imagínate que la vacías y después vas a poner de nuevo los dos trajes y los dos pares de zapatos, y entonces te das cuenta de que solamente caben un traje y un par de zapatos. pero lo mejor no es eso. lo mejor es cuando te das cuenta de que puedes meter una tienda entera en la valija, cientos y cientos de trajes, como yo meto la música en el tiempo cuando estoy tocando, a veces. la música y todo lo que pienso en el métro.
-eh, sí, ahí está la cosa - ha dicho socarronamente johnny -. el métro es un gran invento. viajando en el métro te das cuenta de todo lo que podría caber en la valija...

(david mengual, photo rodrigo llopis)


pero el métro me ha servido para darme cuenta del truco de la valija. mira, esto de las cosas elásticas es muy raro, yo lo siento en todas partes. todo es elástico, chico. las cosas que parecen duras tienen una elasticidad...
- ... una elasticidad retardada - agrega sorprendentemente.

había tomado el métro en la estación de Saint-Michel y en segida me puse a pensar en lan y los chicos, y a ver el barrio. apenas me senté me puse a pensar en ellos. pero al mismo tiempo me daba cuenta de que estaba en el métro, y vi que al cabo de un minuto más o menos llegábamos a odéon, y que la gente entraba y salía. entonces seguí pensando en lan y vi a mi vieja cuando volvía de hacer las compras, y empecé a verlos a todos.(...) los recuerdos son siempre un asco, pero esta ves me gustaba pensar en los chicos y verlos.(...)
- fíjate que solamente te cuento un pedacito de todo lo que estaba pensando y viendo. ¿cuánto hará que te estoy contando este pedacito?
- no sé, pongamos dos minutos.
- pongamos unos dos minutos - remeda johnny-. dos minutos y te he contado un pedacito nada más. si te contara todo lo que les vi hacer a los chicos, (...) bueno si te contara en detalle todo eso, pasarían más de dos minutos, ¿eh, bruno?

(ramón fossati, photo rodrigo llopis)


- si realmente escuchaste y viste todo eso pasaría un buen cuarto de hora - le he dicho, riéndome.
- pasaría un buen cuarto de hora, eh. entonces me vas a decir cómo puede ser que de repente siento que el métro se para y yo me salgo de mi vieja, y lan y todo aquello, y veo que estamos en saint-germain-des-prés, que queda a justo un minuto y medio de Odéon.


(jon robles, photo rodrigo llopis)



apenas un minuto y medio por tu tiempo, - ha dicho rencorosamente johnny -. y también por el del métro y el de mi reloj, malditos sean. entonces, ¿cómo puede ser que yo haya estado pensando un cuarto de hora, eh? ¿cómo se puede pensar un cuarto de hora en un minuto y medio? te juro que ese día no había fumado ni un pedacito, ni una hojita - agrega como un chico que se excusa -. y después me ha vuelto a suceder, ahora me empieza a suceder en todas partes. pero - agrega astutamente - sólo en el métro me puedo dar cuenta porque viajar en el métro es como estar metido en un reloj. las estaciones son los minutos, comprendes, es ese tiempo de ustedes, de ahora, pero yo sé que hay otro, y he estado pensando y pensando...

(photo, rodrigo llopis)


El Persegidor - Julio Cortázar